Este proyecto tiene como objetivo rehabilitar una estructura abandonada en muy malas condiciones que, al complementarse con otro edificio, se convertirá en el nuevo "Museo Regional de Ñuble." EBP Chile desarrolló el estudio para garantizar que ambos edificios cumplan con la certificación CES mediante modelamiento energético.
El edificio se ubica en la comuna de Chillán, específicamente en el sector denominado Ultraestación, a un costado de la línea férrea. Esta zona se caracteriza por ser lluviosa y fría, con frecuentes heladas. Los veranos son cortos, de 4 a 5 meses, con insolación moderada. La zona cuenta con numerosos lagos y ríos, con microclimas, vegetación robusta y suelo húmedo. Los vientos del sur son predominantes pero generalmente de baja velocidad. Hay una variación térmica significativa entre el invierno y el verano, con veranos muy calurosos e inviernos muy fríos. En verano, las temperaturas pueden alcanzar los 35°C, mientras que en invierno pueden bajar hasta -10°C. Durante los meses de verano, la radiación solar en la zona puede ser alta, lo que puede causar sobrecalentamiento debido al ingreso excesivo de calor a través de la envolvente térmica, además de excesiva luz natural y deslumbramiento. Por lo tanto, el diseño pasivo del proyecto tendrá en cuenta estos valores para mantener las condiciones de habitabilidad requeridas para este tipo de edificio. La estrategia pasiva se optimizó antes de implementar sistemas activos, como la climatización.
Se consideraron los siguientes factores dentro del estudio: temperatura, radiación solar, orientación, estudio de sombras, viento, humedad y envolvente térmica. Con esta información, se propuso una serie de consideraciones de materiales para llegar a soluciones constructivas para el confort ambiental. El confort ambiental se ha analizado en base a tres componentes: primero, se ha establecido el rango de temperatura en el que debe operar cada recinto, seguido del nivel de iluminación natural, y por último, de la tasa de renovación del aire. Junto con estos tres aspectos, el proyecto busca ofrecer a los usuarios un espacio sano y confortable acorde a los objetivos establecidos al inicio del proyecto. Se aplicaron diferentes criterios según el uso proyectado para cada edificio, considerando la temperatura que estas actividades podrían generar. Otros posibles atributos del edificio incluyen iluminación natural, ventilación, ahorro de agua y la posibilidad de autoproducción de energía.
En resumen, los resultados obtenidos para la certificación CES del proyecto, donde el museo (galpones) y la torre (estructura nueva) se certificaron por separado debido a sus diferencias estructurales, muestran que el museo logró un ahorro del 49% en energía, con especificaciones técnicas detalladas y coordinación aprobada por CES. Por su parte, la torre registró un ahorro del 56% en demanda térmica, también con altas puntuaciones y especificaciones técnicas. En general, el diseño del edificio demuestra significativos ahorros energéticos, confort para los usuarios y una reducción del consumo de agua del 59,5% según la metodología CES. Ambos edificios logran la máxima puntuación en ahorro de demanda térmica y ahorro de consumo de agua potable.